No se a ti, pero a mí cuando empieza a hacer frío, me encanta merendar tortitas (bueno…me encanta merendar tortitas siempre, pero con un cielo gris y una mantita como que pega más, se siente una menos tortita monster.)
También me encanta hacer tortitas porque son muy versátiles, idóneas para dejar volar la imaginación y descubrir nuevas combinaciones.
Últimamente estoy experimentando con los tés, cómo ya pudíste ver en el choco- banana chai latte.
De estos experimentos nacieron estas tortitas de té rojo y pomelo.
¿Sabías que ya entramos en la temporada de los cítricos, y especialmente en la del pomelo?
Los meses entre octubre y marzo son los mejores para el consumo de pomelo, ya que maduran en los meses de otoño a invierno. La cáscara, al igual que la de la naranja y el limón, se puede congelar perfectamente, por eso, cuando tengas estos cítricos de agricultura ecológica, te recomiendo rallar la cáscara y guardarla en un tupper en el congelador para próximas recetas.
Insisto siempre en no utilizar la cascara de cítricos que no sean ecológicos, ya que es en ella dónde se encuentran la mayor parte de los pesticidas.
Estas tortitas de té rojo y pomelo son veganas, bajas en grasa y tienen un sabor que te sorprenderá:
Si no consumes teína, puedes sustituir el té rojo por rooibos.
Sin más rollos, vamos con la receta al ritmo de este temazo de Etta James que puedes escuchar en la banda sonora de mi cocina…¿No te parece que Etta James le da un toque elegante y de todo-es-maravilloso a cualquier sitio… como por ejemplo a la cocina? ¡Adoro escucharla mientras cocino!

- 200 gr de harina de avena (la conseguimos triturando en la batidora copos de avena)
- 2 vasos de leche vegetal
- 4 bolsitas de té rojo / rooibos
- 3 cucharas soperas de panela / azúcar de coco
- 1 manzana
- 1 cuchara de postre de bicarbonato
- La ralladura de un pomelo pequeño
- 2 cucharas de postre de vinagre de manzana sin filtrar
- 1 cuchara de postre de aceite de coco de primera extracción en frío
- ⅓ cuchara de postre de vainilla ecológica en polvo
- Una pizca de sal
- En un bol mezclamos la harina con la sal, la vainilla, el bicarbonato, la panela y la sal.
- Calentamos la leche e infusionamos el té rojo / rooibos durante 3 minutos. No es necesario que la leche hierva, a unos 80º es suficiente.
- En la batidora, batimos la manzana pelada y troceada, la infusión, la ralladura de pomelo, el aceite y el vinagre.
- Añadimos la mezcla al bol y removemos para integrar bien todos los ingredientes.
- Dejamos reposar de 10 a 30 minutos.
- En una sartén antiadherente, añadimos unas gotas de aceite de coco de primera extracción en frío y vamos añadiendo la cantidad deseada de masa según lo grandes que queramos las tortitas.
- Cuando aparezcan pompitas en la superficie y sean fáciles de despegar, podemos darles la vuelta.
- Si te mola el sabor un tanto amargo del pomelo, puedes rociar las tortitas con unas gotas de su zumo una vez hechas,
- Simplemente edcora con tus toppings favoritos ( yo utilicé polen de abeja, rodajas de pomelo y nectar de coco).
Como ves en las fotos, las he decorado con rodajas de pomelo y polen de abeja, pero no quiero terminar este post sin darte un pequeño tip: si pones en el plato de las tortitas una ramita de romero fresco, el aroma le dará un toque más especial aún.
Espero que te haya gustado esta receta y que la disfrutes cómo la disfrutamos nosotros.
Si no las has probado ya, te recomiendo que les eches un vistazo a las tortitas chlorella banana, a las tortitas chocolateadas de trigo sarraceno con mermelada raw de albaricoques, o a las tortitas veganas básicas.
¡Nos leemos la semana que viene!
Deja un comentario