Terminar la jornada y sentarme en la terraza mirando como se pone el sol con un vaso de mi agua infusionada preferida…no tiene precio.
Es como un cocktail, pero sin alcohol y con vitaminas. Un gustazo, vamos.
Quiero compartir contigo la receta básica sobre la que puedes añadir los ingredientes que más te gusten, te doy algunas pistas:
CÓMO TUNEAR TU AGUA INFUSIONADA
Verás que he utilizado agua con gas. Te la recomiendo porque las burbujas le dan ese toque juguetón y festivo que me encanta para acabar la jornada. Si no quieres utilizar agua con gas, también puedes utilizarla sin.
Otra opción es utilizar té en vez de agua o mezclar té (una vez frío) con agua con gas.
A mí me encanta hacer esta versión con kombucha, pero si no te habéis familiarizado con su sabor, puedes añadir 1/4 o 1/2 de té de kombucha al agua.
Realmente puedes hacer agua infusionada con lo que quieras (o cómo decimos aquí en Málaga, «con lo que más coraje te de» 😉 ):
- Frutas
- Hierbas aromáticas
- Tés
- Especias (canela, cardamomo, anís…)
- Raíces como la cúrcuma o el jengibre
- Fermentados: kombucha, kefir de agua,…
En la red encontrarás un sinfín de versiones. Es cuestión de ir probando hasta encontrar esa combinación que nos haga sentir «wow».
- 1 L de agua con gas
- 1 melocotón
- 2 cm de jengibre
- 1 cucharita de zumo de limón
- 5 hojas de albahaca
- Llenamos una botella de cristal de agua con gas/ agua mineral/ té...
- Pelamos y cortamos el melocotón y el jengibre y lo metemos en la botella junto a los demás ingredientes.
- Dejamos enfriar en el frigorífico.
- Recomiendo no guardarla más de 24 -48 horas.
Espero que disfrutes de este veranigo «cocktail» vitaminado.
Y ya sabes…
Las recetas están para cmbiarlas
¡Nos leemos la semana que viene!
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